Lo primero, felicitar a todos los niños y niñas por su aportación al cuento y por la gran imaginación que destilan.
Continuamos con las actividades que anteceden a la Semana de la Infancia y la Adolescencia. En esta ocasión son los niños y niñas de 5º de Primaria quien van a realizar un taller en el que generaremos ideas para desarrollar el derecho de la infancia y la adolescencia a la Información y la Comunicación.
Tu también puedes mandarnos tus ideas. Todas ellas van a unirse a otros niños, niñas y adolescentes y las va a recoger la Plataforma de la Infancia. Para facilitarte esta tarea te sugerimos des respuesta a algunas de estas preguntas.
·Qué informaciónnos interesa? ( Temas )
·¿Qué cosas nos preocupan?
·¿De qué manera se podría dar otra imagen de la infancia en los medios?
Los niños y niñas de los centro de educación primaria de Mejorada del Campo y Velilla de San Antonio han trabajado el Derecho a la Comunicación y la Información.
Para ello hemos trabajado a través de un cuento que esta básado, en su forma, en la idea original de Cuentos por Teléfono de G. Rodari.
Os queremos contar este cuento y que ayudeis al personaje principal a comunicarse. ¡¡¡DEJAR QUE LA IMAGINACIÓN FLUYA¡¡¡. En próximos post os iremos contando como han resuelto esta historia los niños y niñas de los coles.
¡¡¡ESPERAMOS QUE TÚ TAMBIÉN PONGAS TU IMAGINACIÓN A FUNCIONAR Y NOS MANDES TUS APORTACIONES¡¡¡
(Esta puede ser una actividad divertida para niños y niñas y también para realizarla con sus familias)
"La mamá de Andrea, por motivos de trabajo, tenía que viajar. Y a veces pasaba algunos días fuera.
Andrea en estas ocasiones, echaba mucho de menos a su madre. Echaba de menos que la levantase por la mañana con su dulce voz, echaba de menos las ricas meriendas, echaba de menos como se enfadaba cuando tardaba en hacer los deberes, no se lavaba los dientes o veía la tele más de la cuenta. Pero lo que más echaba de menos era que le contase un cuento cada noche…los cuentos eran lo mejor de meterse en la cama para después, dormir plácidamente.
Su mama al ver lo triste que Andrea se quedaba cuando ella tenía que estar fuera, decidió que cada noche a las 9.00, cuando la niña se acostaba, se pondría en contacto con ella para contarle un cuento.
Precisamente de esto trata esta historia; de cómo la mamá de Andrea conseguía ponerse en contacto con ella cada día para contarle un cuento antes de acostarse:
“La mamá de Andrea se dedicaba a ir por el mundo, vendiendo una máquina que hacia grandes pompas de jabón. Esta máquina tan maravillosa era solicitada desde todos los puntos del globo terráqueo.
Un día la mamá tuvo que ir hasta Siberia. Todo estaba nevado, hacia mucho, mucho frio y todo estaba lleno de focas, renos, morsas…y esquimales. Eso sí, todos interesadísimos en hacer gigantes pompas de jabón.
Llegó la hora de comunicar con Andrea. Cogió el teléfono móvil y:
-Hola, hola, ¿me escuchas Andrea?
Unos ruidos enormes impedían oír la voz de su hija.
¡No puede ser! – Pensó- tengo que ponerme en contacto con ella.
Se acercó a una tienda y pregunto:
телефон (en ruso) , phone (en inglés)!!!!!
Una señora, con una gran sonrisa, le indicó donde se encontraba el teléfono. Marcó el númeroydespués de un buen rato de espera (desde Siberia a España con lo lejos que está…), sonó la voz de Andrea:
-¿mamá?
-Hola Andrea ¿me escuchas?
Pero en vez de un Sí, la respuesta fue un fuerte pitido:
-Piiiiiiiiiiii¡¡¡¡¡¡
!!!!Se había cortado la comunicación¡¡¡¡. ¿Qué haría ahora?
Corrió hacia su hotel y pidió en ruso, en inglés, en castellano, una conexión a internet con webcam, para poder verse.
-Lo siento – le dijoel recepcionista – la webcam no funciona en estos momentos, quizás dentro de un rato cuando pase la nevada.
La Mama de Andrea no sabía qué hacer. Quizás vosotros y vosotras le podíais dar ideas. ¿Cómo continuaríais este cuento?
Cuando por fin se pudo poner en contacto con su hija y le narró un precioso y corto cuento, la niña contó a su madre todo lo que le había sugerido esa historia, también cómo había pasado el día: las cosas por las que había reído, lo que le había preocupado, los muchos deberes que había hecho, lo que papá le preparó para cenar, las ideas que tenía para un trabajo del cole…
Lo importante en sí no era el cuento, sino el poder comunicarse, conocer qué opinaban sobre las cosas y la información que se transmitían.
Pero lo más curioso, es que cuando acabó de hablar con Andrea se dio cuenta de que a su alrededor se habían sentado niños esquimales, niñas esquimales, señoras esquimales, señores esquimales, morsas, renos, focas… y todos y todas empezaron a hablar, a opinar sobre el cuento que había narrado. Ella no entendía nada.
Entonces se le ocurrió que podría sacar su máquina y hacer grandes pompas de jabón”."
